Demasiado tiempo llevaba deambulando solo por ahí. Y aunque el lago y el bosque eran lugares interesantes para estar y quedarse allí horas muertas sin hacer nada, su vena social le pedía conversar con alguien. Y cuando decía "conversar" se refería a tocar temas psicológicos y oscuros, puesto que era lo que mejor se le daba.
¡Bingo! En la academia tenían psicólogo. Algo bastante aceptable para ir empezando, según Radu, quién se había plantado frente a la puerta y había observado la placa con el nombre de "Ludwig" mas de quince minutos, como si la puerta fuese una gran barrera entre el y la sala.
Al final, y considerando una estupidez tocar, giró el picaporte y entró, cerrando la puerta tras de si, y metiendose con el mismo descaro al despacho del psicólogo.
-Yo, sensei.-fué lo único que dijo, mientras la segunda puerta se cerraba lentamente tras su espalda.
¡Bingo! En la academia tenían psicólogo. Algo bastante aceptable para ir empezando, según Radu, quién se había plantado frente a la puerta y había observado la placa con el nombre de "Ludwig" mas de quince minutos, como si la puerta fuese una gran barrera entre el y la sala.
Al final, y considerando una estupidez tocar, giró el picaporte y entró, cerrando la puerta tras de si, y metiendose con el mismo descaro al despacho del psicólogo.
-Yo, sensei.-fué lo único que dijo, mientras la segunda puerta se cerraba lentamente tras su espalda.