Mirando estrellas (Privado)

Habian pasado unos dias desde que comenzaron las clases, y de hecho estaba mas que conforme con ellas. Sus buenas notas se daban a conocer solo ligeramente embarradas por la carta de buena conducta. No es que fuera una persona traviesa o que hiciera maldades, si no que con palabras tranquilas y con cinismo hacia delirar a lor profesores a veces. Tenia esa mecha grande de querer correjir a los maestros siempre, pero tan fuerte que no la podia evitar.

Ahora mismo deberia estar en la cama, pero no podia, estaba algo incomodo y no dejaba de dar vueltas. La llamada de su madre le hacia perder las ganas de dormir. Le habia comentado que su padre, el gran hombre Fokke, estaba algo grave, que los doctores lo estaban evaluando para dar un diagnostico. Ahora mismo se encontraban en Suiza donde lo atendian los mejores doctores.

No era como si le tuviera tanto amor a su padre, pero era eso. Su padre. No podia dejar de preocuparse por el.

Una ilera de humo salio de su boca luego de sacar el cigarrillo de sus labios. Las estrellas estaban lindas esa noche, habia sido una buena idea el ir a verlas esa noche.

Quizás porque durante tiempo el estrellado cielo había sido lo que veía en cada viaje, cada visita; quizás porque se había acostumbrado a tantos cambios de horario bruscos durante su niñez y juventud que la noche era un panorama conocido y curioso para él; a veces uno viajaba tantas horas, saliendo de noche y llegando aún de noche a la misma otra punta del mundo que... uno podía realmente sorprenderse. Pero, fuese lo que fuese, el joven literato luxemburgués había adoptado una muy mala costumbre ante los cambios de horario tan bruscos y las grandes horas y falta de sueño y es que… había desarrollado, a lo largo de los años, un fuerte insomnio tardío.

Es decir, él PODÍA dormir, pero tardaba rato en que le diese sueño y poder hacerlo, por lo cual había encontrado diversas formas de distraerse y pasar el tiempo… y una de ellas era justamente dar paseos por los jardines y alrededores de la escuela, o cualquier zona descubierta y de preferencia al aire libre, zonas así eran blanco de sus caminatas nocturnas. Ahora mismo llevaba una campera deportiva color naranja con dos vetas horizontales amarillas gruesas en los brazos, las manos metidas en los bolsillos de adelante y un pantalón de jean oscuro, con unas sencillas y cómodas tennis; nunca había sido muy ostentoso en aquellas cosas.

Y sin embargo, aquella noche, con apenas semana y media de comenzadas las clases, ya había alguien cuando él subió hasta la terraza; hasta el momento sus clases habían transcurrido tal y como él quería, y aunque aquel insistente chico ya había sido nombrado más de una vez en la sala de profesores (especialmente por su costumbre de corregir a los docentes), en su particular caso nada de eso había ocurrido… lo que no le extrañaba, él no cometía errores. No era en vano un genio... Pero si había algo que no se esperaba eso era… encontrárselo allí.

“¿Humo de cigarrillo…?” Susurró, viendo la hilera de humo provenir de alguien recostado en el suelo, mirando las bonitas estrellas del día. No necesitó dar muchos pasos para reconocer quién era, pestañeando bastante sorprendido por el encuentro. “…¿Fokke…?”

Ahora que pensaba en su familia. Pensaba de repente el como se encontraria su hermana menor Bel. Ella tan bella y animada, pero estaba en la linea de fuego al tener el drama de padre en hospital tan cerca de la casa, no queria saber como era que podia con una situacion asi, pero debia de llamar para preguntarle a su amada madre. Por ahora solo imaginaba que no debia de estar bien. Le llamaria al dia siguiente, ahora por la diferencia de horarios, ella deberia de estar...en la escuela? Lo veria despues.

Pero aun asi, la idea de volver a Holanda no dejaba de pasar por su mente. Su madre no podia con los negocios mientras su padre estaba en hospital y su hermana era demasiado joven. Podia ser que mejor fuera. Eso lo veria tambien por telefono.

Escucho como unos pasos se acercaban a donde el, retirando su mirada del cielo, para mirar al rubio ahi parado. Sonrio con gracia al darse cuenta quien era y como le llamaba.

"Profesor, que sorpresa verle por aca y por estas horas" Dijo desvergonzadamente, dejando por aparte el tema familiar para centrarse en el joven adulto delante de el.

"A-ah... yo podría... p-podría decir lo mismo, Fokke... Y de hecho, como profesor debería castigarlo; los alumnos no tienen permitido vagar por ahí cada vez que se les dé la gana y a la hora que se les dé la gana como... los vagos que son (xD). Deberías respetar un poco más el reglamento, ¿no lo crees?" Cruzó sus brazos instantáneamente, alzando una ceja y poniendo una mueca al ver como ese abismo de madurez que le pareció haber visto cuando se lo encontró había desaparecido y sido reemplazado por esa tonta y maldita sonrisa de niño con complejo de adulto y hormonas de adolescente que el rubio de cargaba.

¿Acaso no estaba ya en su último año...? Era molesto, ¿por qué los chicos de ahora no mostraban algo de madurez...? Aunque, no es como si seis años atrás alguno de sus compañeros de High School le hubiese conformado en cuanto a madurez... - Quizás no ha cambiado tanto...- pensaba, considerando que las épocas cambiaban pero... los adolescentes de 17 años seguían siendo en su mayoría uno más idiota, sexópata e impertinente que el otro, y en particular, el curso que le estaba tocando ese año estaba lleno de...... ¿cómo decirlo amablemente...? Especímenes. Sí, esa palabra les iba muy bien.

"... Y antes de que me diga o pregunte sobre lo que yo hago aquí, como mayor y superior a usted, es normal que goce de beneficios como ése... los profesores sí podemos hacernos cargo de nosotros mismos..." -Bueno... algunos..." Pensó, rodando sus ojos con exasperación al recordar al Profesor de Educación Física. "Así que digame... ¿qué hace aquí a esta hora de la madrugada? ¿Simplemente es insomnio?" ´Volvió a ablandar su mirada, mirándole fijamente y aún cruzado de brazos, intentando buscar y reencontrar el atisbo de madurez y casi preocupación que antes no sólo había creído ver... sino que había sentido.

"Oh lo siento, eso quiere decir que estoy castigado?" Pregunto con esa expresion tan tipica de el, como si se estuviera mofando de la persona, por que en realidad, se estaba mofando ligeramente de el. Bernard era maduro, cuando se necesitaba a una persona que demostrara madurez, pero cuando no, se disponia a divertirse con todo lo que podia. Por que? Por que simplemente no habia por que ser maduro aun y por que debia de disfrutar lo poco que le quedaba como una persona joven y que estudiaba. Alla cuando se recibiera y tuviera titulo en mano es cuando se convrtiria en una persona madura, pero ahora estaba lejos de serlo, por lo menos, no a la luz del sol.

Con descaro y aprovechando las cavilaciones internas del profesor, paso su mirada por el exquisito cuerpo luxemburgues, notando las ropas que llevaba y que no eran para nada como lo que le habia mirado usar ultimamente, cosa que le hizo ensanchar la sonrisa, pero no fue tanto como lo que le estaba pensando el contestarle al profesor.

"Usted sabe, profesor mio, el insomnio es uno de los males mas perversos que pueden existir para una persona en estos dias. Las costumbres que uno tiene en casa y no puede traerlas para aca es lo que perturva mi...amado sueño, pero si pudiera tener un favor de usted, y me acompañara por lo menos un rato a platicar en mis aposentos, creo que podria consiliar el amado sueño y no estaria aqui molestando a las masas." Si, sonrio por que vilmente le estaba diciendo con aquello 'Acuestese conmigo'. Por que mentir, el queria cojerse y con ganas al profesor. Ya iban varias veces que lo miraba y algo que el le decia 'Ven y tomame', tanto que estaba mas que dispuesto a obedecer.

"Cambiando de tema, debo de decir que se mira excelente con las ropas que lleva, tiene buenos gustos en color". Obviamente! El naranja era uno de sus colores favoritos y eso nadie podria negarlo, ahora que una persona que le gusta lo este usando, hace que tenga puntos extra.

"A usted en serio... en serio le urge un inmediato viaje a la realidad, joven Fokke... ¿Tiene acaso la percepción como para notar que por una pregunta comoe sa podría llegar a ser expulsado...? E-en verdad merece como mínimo una suspensión... niño impertinente, utilizando al insomnio como excusa..." Cruzando sus brazos de una manera en la que parecía estar atajándose y auto-protegiéndose del menor, frunció el ceño y lo miró de mala forma, sin apartar la mirada sino por el contrario manteniéndola, pero también sonrojándose con notable intensidad, tiñéndose también sus orejas e intentando controlar dicho color, aunque sin decir nada al respecto.

"Todo sin mencionar que... incluso si fuese realmente insomnio, que no lo es, bastaría con una visita al psicólogo y unas pastillas... Hágase y hágame el favor de hablar y actuar como un adulto responsable cuando lo sea... porque el léxico por sí solo no significa nada..." Habló en voz baja pero clara, y con el mismo tono de molestia y reclamo, lleno de esceptiscimo. Sólo alzó una ceja ante el último comentario, sintiéndose descolocado y mirándose a sí mismo, tirando suavemente de la manga de su chaqueta.

"H-he de agradecer el cumplido, aunque... no tiene por qué andarme mirando, y también... le recuerdo que el color de su país no me gusta por la misma razones que a usted, sino sólo porque... me gusta" Se encogió de hombros, haciendo al decir "el color de su país" referencia, naturalmente, al Reino de los Orange. Y no se mantuvo muy cerca del menor, en parte porque sus insinuaciones en verdad estaban sacándole de quicio ante tal falta de respeto y descaro, y en otra parte porque, lejos de sentirse tranquilo en presencia de aquel tonto, últimamente terminaba bastante nervioso, porque...

Bueno, no es como si todos los días, un alumno fuese y le coquetease para que se terminasen acostando.