Aún le quedaba algo de ropa de ésta temporada veraniega, así que lo mejor era hacer una liquidación y venderlo todo, no le iba a servir guardarlo para el próximo año, podía ser que aquellos diseños ya no estuvieran de moda, no debía correr ese riesgo.
Acomodó bien la ropa en los estantes y en los colgadores, y puso un gran letrero fuera de la tienda que anunciaba una liquidación con descuento de hasta el 50%. Ahora solo bastaba esperar por los clientes.