[Libre^^]
¿A quién le gustarían las clases...? Evidentemente, a nadie, exceptuando claro a la extraña raza enferma de los nerds... él era inteligente, de buenas calificaciones pero... de ahí a que estudiase, había una gran brecha. Muchas de las asignaturas que tenían las había aprendido y dominado a la fuerza con las clases particulares en su infancia, sin contar las actividad extracurriculares, como natación, duelo, costura y sus muy necesarios entrenamientos mágicos diarios. De niño sí que había estado estresado... pero había sido el indiscutible número uno en todo lo que hacía, obviamente, aún a costa de tener que partirse en varios trozos.
Incluso la repentina decisión, a sus 14, de ir a Japón, aprendiendo más del 70 % del condenado idioma en un verano... pero había que alimentar a su ego, y habiéndolo hecho en sus dos primeros años, ése año tenía una sola razón que le emocionaba en torno a las clases; verlo a él.
Llegó casi con una semana de anticipación para acomodarse, y ése era uno de los últimos días sin aburridos profesores que tendría. Siendo la mañana se acercó al comedor, viendo a los pocos que, como él, ya rondaban la escuela. Fue hacia el mostrador y comenzó el largo pedido. "Quisiera..." Pasando su dedo en el aire, leyendo los carteles. "...jugo de naranja, tostadas, Marmite, pudding, Earl Grey, panceta, huevos fritos y también..."
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((Juro por Dios que en serio llaman así al desayuno de los días libres x'DDD... Desayunos Británicos... Y a pesar de eso son tan delgados e_e porque comen con moderacion, poco de cada cosa xD))
¿A quién le gustarían las clases...? Evidentemente, a nadie, exceptuando claro a la extraña raza enferma de los nerds... él era inteligente, de buenas calificaciones pero... de ahí a que estudiase, había una gran brecha. Muchas de las asignaturas que tenían las había aprendido y dominado a la fuerza con las clases particulares en su infancia, sin contar las actividad extracurriculares, como natación, duelo, costura y sus muy necesarios entrenamientos mágicos diarios. De niño sí que había estado estresado... pero había sido el indiscutible número uno en todo lo que hacía, obviamente, aún a costa de tener que partirse en varios trozos.
Incluso la repentina decisión, a sus 14, de ir a Japón, aprendiendo más del 70 % del condenado idioma en un verano... pero había que alimentar a su ego, y habiéndolo hecho en sus dos primeros años, ése año tenía una sola razón que le emocionaba en torno a las clases; verlo a él.
Llegó casi con una semana de anticipación para acomodarse, y ése era uno de los últimos días sin aburridos profesores que tendría. Siendo la mañana se acercó al comedor, viendo a los pocos que, como él, ya rondaban la escuela. Fue hacia el mostrador y comenzó el largo pedido. "Quisiera..." Pasando su dedo en el aire, leyendo los carteles. "...jugo de naranja, tostadas, Marmite, pudding, Earl Grey, panceta, huevos fritos y también..."
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((Juro por Dios que en serio llaman así al desayuno de los días libres x'DDD... Desayunos Británicos... Y a pesar de eso son tan delgados e_e porque comen con moderacion, poco de cada cosa xD))