Entrando en la habitacion

Sonrió satisfecho al escuchar sus gemidos, retirando la mano lentamente para no lastimarle al sacar los dedos de su interior "Aah.. no sabes cuanto echaba de menos tus gemidos" Susurró junto al oído del menor en voz baja mientras le agarraba por las caderas para posicionarse y empezar a pentrarlo, todo muy a poco a poco para no hacer daño a su querido hermanito, introduciéndose con cuidado hasta estar completamente en su interior, deteniéndose unos segundos para acostumbrarse a aquella sensación

"Eres... tan estrecho como recordaba" Apretó las manos con más fuerza mientras se echaba hacia atrás, soltando un gemido cuando repitió la misma operación hasta notar que le era más fácil el movimiento y podía embestir con más facilidad.

no le gustaba que le ganasen, pero no podia evitar sentirse tan bien y mucho menos no gemir por eso.- No...no te sientas tan orgulloso cuando a ti se te cae la baba por mi- intentando sonreir y soltando algunas lagrimas por el dolor y el placer. Fue tarde cuando adivino que lo que venia ahora ya no eran sus dedos...cuando noto el moembro del chico en su interior comenzo a gemir mas fuerte-

Ah!! hermano...du...duele!! pero se siente tan bien...- comenzo a acostumbrarse a las envestidas y comenzo a acompañar con sus caderas a las mismas. Esto empezaba a sentirse bien.

Trató de acompasar sus embestidas a los movimientos de su hermano, haciéndolas así más profundas y placenteras. "Aah... n-no digas eso, estas gimiendo... yo se que te encanta..." Se agachó más para mordisquear su nuca y espalda, sin dejar de penetrarle, llenándole de besos sin poder para de gemir.

Se estiró de nuevo, mirándole con los ojos entrecerrados, nublados por el placer. Era como si estuviese viviendo un deja vu... Le recordaba tanto... "Y-Yao..." Suspiró jadeante, deteniéndose la instante al darse cuenta de lo que había dicho. Se cubrió los labios con ambas manos, abriendo los ojos por la sorpresa. Dios, ojala no lo hubiera escuchado, él no quería... se le había escapado! "H-Hee... y-yo, no..." Incluso se le aguaron los ojos por el miedo a la reacción de su hermano. Le iba a matar y tenía todo el derecho del mundo, en que estaba pensando!?

al principio todo iba bien, comenzo a sentir el placer y se le paso el dolor por completo..."her...hermano" notaba todo sus besos, su cuerpo estaba caliente...asta que la sangre se le congelo. No podia respirar bien, unas lagrmas comenzaron a hacer cola por salir por sus ojos. "her...mejor dicho yong sueltame" hee no dejo que su hermano le viera el rostro "...suponia que algo asi iba a pasar, asi que le pedire a Kiku-onii-chan que me cambie de cuarto" comenzo a vestirse todabia con el miembro en alto, el coreano levanto la cabeza y se pudo ver como las lagrimas caian "si...siento haberme interponido, adios" en ese momento se dispuso a marcharse, no sabia donde...pero no queria estar ahi.

Se quedó helado sobre la cama, incapaz de articular palabra alguna. Apenas emitía algún sonido entrecortado, como si tratase de decir algo pero sin saber el que. Estaba desbordado por la situación, se sentía el ser más sucio y rastrero de la tierra, y lo peor es que no entendía por que se le había escapado precisamente ese nombre en un momento así.

"H-Hee... no te vayas... por favor" Le miró suplicante, murmurando esas palabras con los ojos anegados de lágrimas. Se sentía fatal y no sabía como enmendar aquel error. Aunque, bueno, no estaba muy seguro de si había sido un error o realmente lo había dicho conscientemente. Se le partía el alma al ver a su hermano llorando así, pero antes de que pudiera tratar de hacer algo para calmarle ya se había ido, dejándolo allí solo, perdido en sus pensamientos sin poder evitar que las primeras lágrimas cayeran por sus mejillas.